Acerca de

«El rastro de los sueños» es un ensayo vital. La vida me ha concedido el gusto por muchas cosas, entre ellas escribir y ser leído. Luca me dice que lo mío es un «narcisismo amable». Ella siempre tiene razón en estas cosas. Sin embargo, creo que en mi vida, por temporadas, escribir se me ha vuelto un asunto de nutrición. Durante mi estancia en Venezuela necesité, además de estar en contacto estrecho con mucha gente, hablarme a mí mismo de mí mismo. Y resulta que el ejercicio fue retador, y muy satisfactorio. Después de eso he hecho varios intentos por hacer cotidiano el ejercicio de la escritura. Así que retomo el contenido original de aquel primer blog, y lo uno al título que me gustó para un segundo experimento. Que la tercera sea la vencida.

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