El Peje en su laberinto.

En una de esas conversaciones domingueras, alguien me preguntaba si consideraba que Andrés Manuel López Obrador tenía (tiene) posibilidades reales de ganar la elección presidencial de 2018. Si me hicieran esa pregunta el día de hoy, mi respuesta sería la misma: por supuesto que sí, siempre y cuando no dinamite su propia campaña. En sus dos aventuras pasadas, que no son sino los primeros capítulos de esta misma aventura, fueron decisiones del mismo López Obrador las que marcaron un punto de inflexión en su camino a la presidencia. En 2006, mandando al diablo a las instituciones, y callando a la primera «chachalaca» de la nación. En 2012, al tomar decisiones soberbias y obnubiladas sobre el rumbo de una campaña que parecía alcanzar y derrotar a Enrique Peña Nieto. (Recomiendo leer la interesante crónica de aquellos días que Luis Costa Bonino, asesor de la campaña de AMLO para 2012, tiene publicada en su sitio web).

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(Foto publicada en Aristegui Noticias)

El primer strike en su camino a la silla del águila en 2018 se le acaba de contabilizar. Hoy por la mañana el periodista Carlos Loret de Mola presentó en su noticiero un video en el que una diputada local de MORENA en Veracruz, cuyo nombre es Eva Cadena, recibe de otra mujer, a quien no se le ve la cara, medio millón de pesos en efectivo que, de acuerdo con lo que se escucha en el mismo, deberían ser entregados, personalmente, al líder nacional del partido. La diputada los recibe, pregunta por una bolsita para que no se le vaya a desbalagar tanto billetote, y confirma que los entregará a López Obrador en un mitin que se realizó en Las Choapas, municipio donde era candidata a alcalde hasta el día de hoy, pues, como era de esperarse, una vez explotado el videoescándalo, decidió renunciar a su candidatura para no afectar la imagen de MORENA, que equivale a afectar la imagen de López Obrador.

La respuesta del «Peje», como su dicción, se tomó un tiempo demasiado largo para la era de las redes sociales, pero llegó en forma de lacónico tuit, y de videorespuesta. Ambos con un argumento tan conocido como la permanente campaña de Andrés Manuel por la presidencia de la república. Para el líder de MORENA, el video es la evidencia de la desesperación que la «mafia del poder» siente ante el crecimiento de su partido, y ante su inminente llegada a la presidencia. Cada vez que los escándalos de corrupción se acercan a él, su única respuesta es señalar el miedo de ricos y poderosos que quieren desprestigiarlo a él, a quien nunca se le ha podido comprobar un acto de corrupción.  Pero esta historia se ha repetido tanto, que ya suena a cuento viejo.

Para quien hace la honestidad valiente su activo político principal esta respuesta se antoja, cuando menos, insuficiente. Para mí es imposible comparar el caso de Eva Cadena con el de René Bejarano (The Lord of the Leagues): un operador político de AMLO se reúne con un empresario que entrega dinero en efectivo para apoyar a López Obrador. ¿Son ambos videos una trampa con el fin de golpear a López Obrador? Sin duda. ¿La filtración proviene de enemigos de López Obrador? Por supuesto que sí. ¿Son montajes? Aquí tendría que decir que no se puede determinar a partir de lo que se ve en el video.

Y aquí es donde el Peje empieza a trabajar en su autosabotaje. En un momento en que la opinión pública mexicana está rabiosa por la corrupción de los gobernadores priístas, y por la impunidad con la que se trata la corrupción de la clase política, no basta con que López Obrador apele a su honestidad. Ni siquiera basta con la renuncia de Eva Cadena a la candidatura de Las Choapas. López Obrador debería enviar señales claras de transparencia y rendición de cuentas a la ciudadanía. Durante muchos años el macuspano ha dicho que su gira permanente se financia con su sueldo de 50 mil pesos, pero al mismo tiempo fue renuente a presentar su declaración 3 de 3. MORENA se ha construido sobre la afirmación de no ser igual al resto de los partidos. Pero al mismo tiempo recibe por la vía de la absolución del líder a miembros renegados de todos los partidos. ¿De quiénes recibe apoyo financiero MORENA? ¿Quiénes son los empresarios que contactaron, a través de la mujer anónima, a la diputada Cadena? Una respuesta consistente con la imagen de honestidad que López Obrador quiere proyectar implicaría todo esto.

Pero no. López Obrador opta por el mito sobre la transparencia y las frases prefabricadas sobre los hechos.  Tiene toda la razón cuando señala la corrupción cínica y descarada de la clase política, pero juzga con laxitud pasmosa a los corruptos de su grupo. Y en este tipo de respuesta se asoma el personaje autoritario, autosuficiente y obsesionado con el poder de siempre. Si las elecciones fueran el día de hoy, el Peje sería sin duda el próximo presidente de México, ayudado además por la retórica nativista y antimexicana del loco de la Casa Blanca. Pero todavía falta mucho tiempo para julio de 2018. López Obrador tiene la mesa servida para ser presidente. Pero tendrá que aprender a responder al tema de la honestidad con transparencia y coherencia, y que sus desplantes de mesías ya le han costado dos elecciones.